La comunidad de la pequeña ciudad santafecina de Las Parejas le dio hoy el último adiós al joven piloto e hijo pródigo Guido Falaschi, fallecido ayer tras accidentarse en una carrera de TC en Balcarce, en el velatorio que se levantó en una de las sedes principales del casco urbano y en la posterior sepultura en el cementerio local.
Adolescentes de las escuelas secundarias de esta ciudad de 17 mil habitantes ubicada a unos 110 kilómetros de Santa Fe, vecinos del pueblo, familiares, compañeros, colegas e integrantes del mundo del deporte automotor, ingresaron en forma incesante a la sala ardiente de la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos.
El cuerpo de Falaschi, quien ayer murió con solo 22 años tras un impactante accidente en el autódromo Juan Manuel Fangio, comenzó a ser velado alrededor de las 10, aunque las ofrendas florales de autoridades de la ciudad, familiares y de personalidades del automovilismo empezaron a instalarse sobre el frente del viejo edificio alrededor de las 7 de la mañana.
La comunidad acompañó a Víctor y Graciela, los padres que seguían carrera a carrera al joven piloto que ya se había instalado entre los mejores corredores de la categoría principal del automovilismo local.
De hecho, había cosechado dos títulos en su corta pero exitosa trayectoria, en Top Race y en Formula Renault, y un subcampeonato en TC Pista, lo cual le había permitido sacarse el traje de promesa para convertirse en una firme realidad.
El fallecimiento del Príncipe, tal como se lo conocía en el ambiente, puso nuevamente en el centro de la escena a la seguridad en este deporte de tan alto riesgo.
Muchas voces se pronunciaron en ese sentido, otras tantas prefirieron sólo recordar con afecto al piloto fallecido y el resto evitó referirse a aquella situación en tan delicado momento.
Lo cierto es que se acercaron hasta Las Parejas para despedir a Falaschi, cuyos restos fueron trasladados el domingo por la noche desde Mar del Plata hasta aquella ciudad santafesina, pilotos como Norberto Fontana, Juan Manuel Silva, Marcos Di Palma, Agustín Canapino, Matías Rossi y Christian Ledesma, ex pilotos como Juan María Traverso y Rubén Salerno, y los presidentes de la ACTC y Top Race, Oscar Aventin y Alejandro Urtubey, respectivamente.
Una ola de aplausos acompañó el féretro de Falaschi en el cortejo hacia el cementerio local donde fue sepultado, con el dolor como indeseable aliado en esa caminata y con la tristeza de perder no sólo a uno de los mejores pilotos del automovilismo argentino, sino también a una gran persona, calificativo que lejos está de ser un cliché raído.
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