La situación interna que se vive dentro del equipo Citroen WRC podría agravarse más si los directivos del equipo no le encuentran una solución a la lucha de egos entre Sebastien Loeb y Sebastien Ogier por ser el piloto número uno de la escuadra más ganadora del rally en los últimos años.
Pasada otra fecha conflictiva como fue el Rally de Alemana, Ogier pidió a su equipo que su estatus dentro de Citroen sea esclarecido luego de que Loeb renovase su contrato.
El más joven de los franceses se mostró molesto por el uso de las órdenes de equipo en la ronda teutona, e incluso puso en consideración la posibilidad de marcharse de Citroen.
"Sé que es muy bueno que Loeb haya extendido su contrato, pero no puedo aceptar que al firmar un acuerdo reciba ciertas garantías" expresó Ogier. "Si hay una nueva política en cuanto a las órdenes de equipo, quiero saberlo para tomar una decisión. Tengo un contrato para la próxima temporada" recordó, además de destacar que se enteró de la renovación de Loeb el día antes del anuncio.
Respecto a su vínculo con Citroen, Ogier está atado a correr el año que viene con un DS3 WRC, según destacó el portal MaxRally.com al referirse a los términos en que abordó el asunto uno de los miembros del Consejo Directivo de PSA, Jean-Marc Gales.
Sin embargo, desde el año pasado Ogier está en la agenda de Malcolm Wilson, director del equipo Ford, incluso uno y otro no desmintieron que hubo una instancia de negociación, o al menos de un acercamiento.
Al respecto Wilson expresó que no tendría problemas en hablar con Ogier, y le tiró un guió al francés. "Él no está en una fácil posición en Citroen, pero yo podría manejarlo. Ya lo he visto, y ellos (Citroen) no se pusieron más firmes para manejar a Carlos Sainz y Colin McRae" apuntó Wilson en relación a la salida del escocés 2003, favoreciendo al español, cuando la FIA estableció que los equipos no podían tener más de tres pilotos. El primero, inamovible, era por supuesto Loeb.
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